La niña eterna. Nadia Comăneci la policía secreta. Historias de la Guerra Fría. Stejărel Olaru

 


  Hace unas semanas vi en las redes sociales de Eugenio Tuya, Editor de Anaya Multimedia, la cubierta de este libro. Desde el momento en el que la vi, quise hacerme con un ejemplar ya que una de las fascinaciones que me acompañan desde la niñez es Nadia Comăneci. Posteriormente llegó la curiosidad por conocer los márgenes donde se engendró su historia y fui satisfaciendo mi curiosidad leyendo mucho para ampliar la mirada y poner un entorno a las historias que llegaban. Creo que es importante llegar a las orillas y adentrarte al mar para así poder tener la referencia de lo que es precisamente el mar. Llevo muchos años de lecturas de autores nacidos en países que antes o después formaron parte del campo socialista, Mircea Cărtărescu, Sándor Màrai, Imre Kertész, Margo Rejmer, Charles Simic, Yuri Slezkine, Karl Schlögel, Milan Kundera, Svetlana Alecksievich, Maria Stepanova, Lidiya Chukovskaya, Varujan Vasgonian, Mircia Eliade, Emil Cioran o Vasili Grossman o Alex Halberstadt, la lista podría ser más extensa pero lo importante es que he llegado Stejărel  Olaru. Un historiador y politólogo autor de Nadia Comăneci y la policía secreta. Historias de la Guerra Fría.





  En este libro, Stejărel  Olaru, se adentra en los archivos de la Securetate Rumana para hilvanar las entrañas de lo que fue la vida de Nadia Comăneci hasta que ,en noviembre de 1989, huyó del país. Con datos y transcripciones de cada uno de los seguimientos que precedían a cada uno de los movimientos o decisiones que se tomaban en referencia a ella. Estrella mundial desde las Olimpiadas de 1976 en Montreal donde se convirtió en la primera gimnasta que conseguía un 10 en su ejercicio de paralelas y a ese 10 le siguieron varios, no solo en Montreal sino en muchos otros campeonatos mundiales de gimnasia artística. En este libro, se hilvana todo su periplo con extremada minuciosidad, con conversaciones transcritas y documentación proveniente de los archivos secretos de la Securitate que te dejan sumido en una perplejidad bárbara. Este es un libro que desde el punto de vista del análisis documental pone el foco en como se gesta la rigidez y el espanto maquiavélico ejercido durante la dictadura de Nicolae Ceaușescu. Hay pasajes del mismo en el que adquiere formato de fotograma donde Nadia es protagonista de una historia a la que se le escapan todos los adjetivos imaginables. La sociedad rumana en esa década vivía presa de la represión, el miedo y la obsesión por la vigilancia estableciendo unas redes de informantes capaces de delatar a sus propias madres. No creo que Comăneci se haya convertido nunca en un juguete roto, tengo la sensación de que sigue siendo la niña eterna que conquistó el corazón del mundo, por su talento, la tristeza de su mirada, su introspección y el maltrato casi visible. Cuesta mirar los vídeos de sus exhibiciones y no emocionarte con la debilidad espiritual en contraste con la fortaleza y el talento innato en cada uno de sus ejercicios. 






 Este libro arroja mucha luz acerca de la personalidad y el trato con el que Béla Károlyi, junto a su mujer Marta Károlyi, entrenaban al equipo de gimnastas rumanas que se convirtieron en el orgullo nacional y que fue aprovechado por Ceaușescu, para poder blanquear a ojos del mundo lo que sucedía de puertas para adentroLas idas y venidas entre Károlyi y Nadia, la excesiva disciplina y el maltrato manifiesto hacía esas niñas queda también relatado con precisión suiza. Los archivos desclasificados que ven en este libro la luz, arrojan la personalidad abrupta del entrenador que se amplifican aportando la veracidad de lo que se sospechaba y hasta la propia Comăneci, dice sin decir, solo por tratar de mirar al horizonte y sanar para salvarse de lo que fue una autentica pesadilla en su niñez y adolescencia. 

 En noviembre de 1989, Nadia huyó de Rumania a pie, jugándose la vida, cansada de la persecución, vigilancia, abusos, y sobretodo, dejando en ese camino, la niña que fue, desquitándose de todos los agravios vividos bajo una de las dictaduras más siniestras del Siglo XX en Europa. 

 A lo largo de los años, para varias generaciones, Nadia Comăneci, ha sido un referente y un misterio, en las numerosas entrevistas que ha concedido, siempre ha tratado de no adentrarse demasiado en las cuestiones formativas, ha pasado de puntillas con una finalidad, quedarse con lo meritorio de sus éxitos gimnásticos y olvidar la entraña que la llevó a ser la niña eterna para muchos que la seguimos celebrando. 

 Ojalá y sean muchos los que se animen a adentrarse en este libro que confiere un bosque, donde Stejărel  Olaru, nos va mostrando las ramas bordeando los mapas que dibujan el retrato de un tiempo de la mano de una niña que conquistó al mundo.



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